Qué es el Ayurveda
La palabra sánscrita Ayurveda significa «el conocimiento de la larga vida». Estas palabras describen de forma sencilla pero exhaustiva una de las enseñanzas médicas más complejas, la ciencia curativa del Ayurveda, desarrollada en la India.
A diferencia de la medicina convencional, el Ayurveda no pretende ser exclusivo y se centra menos en terapias individuales relacionadas con los síntomas y más en un estilo de vida que evite el desarrollo de enfermedades en primer lugar.
El Ayurveda percibe el cuerpo, la mente y el alma como una unidad simbiótica e integra todas las áreas que afectan a nuestro equilibrio físico y mental. Por ejemplo:
- Nutrición
- Estilo de vida
- Calma y meditación
- Yoga y ejercicios respiratorios
- Rutina diaria
- Hierbas medicinales y medicina ayurvédica y
- Medidas de purificación y rejuvenecimiento
Según la antigua concepción india, el Ayurveda es el arte de organizar nuestras vidas en armonía con las leyes de la naturaleza. Esta parte de la enseñanza ayurvédica también se ha incorporado a la concepción occidental de la salud. Al igual que la naturaleza comprende los elementos tierra, agua, fuego, aire y éter (espacio), los seres humanos también estamos formados por estos elementos. Dos de ellos se combinan respectivamente para formar una bioenergía, un DOSHA.
La tierra y el agua forman la bioenergía y el principio de inercia KAPHA, la tierra y el agua son responsables de la estructura y la estabilidad de nuestro cuerpo. El agua y el fuego se unen en PITTA, el principio metabólico. PITTA regula todos los cambios bioquímicos, como la digestión o la temperatura corporal. En el sentido más amplio, PITTA también es responsable de hacer frente a las influencias e impresiones emocionales. El aire y el éter forman la bioenergía VATA, el principio del movimiento. VATA controla todas las actividades mentales y fisiológicas del cuerpo, sobre todo la respiración y nuestras funciones neurológicas.
Cada persona tiene todos los DOSHAS, aunque suelen predominar uno o dos de ellos. Esto significa que cada persona posee una combinación individual de características físicas, mentales y emocionales que forman su constitución. Mantener nuestra constitución personal y un buen «fuego digestivo» son decisivos para la salud o la enfermedad.